jueves, 22 de marzo de 2012

Promesas de ida y vuelta.

Hoy abrí los ojos, y ahí estabas tú, mirándome con tu azul. Se me escapó una sonrisa, inevitablemente.
Inevitablemente...
Pensé en cuando imagino que te vas con esa promesa en los labios. Volver. Pensé en la distancia, el tiempo, y ambas cosas a la vez. Pensé en todas esas cosas que me quitan el sueño, y con ese pensamiento el alma se me muere, y no me controlo ni a mí... Pero tú, tú sí. Controlas mi estado de ánimo con sólo una mirada, con la intención de llevar a cabo miles de planes, con la promesa de cumplirlos.
¿Para qué pensar en más?


" Ganar para perder, soñar para despertar. Cada uno de los pasos que doy me lleva a estar cerca de lo que quiero, pero al mismo tiempo más cerca aún de todo lo contrario..."

martes, 20 de marzo de 2012

Menos es más.

+ Dime, ¿por qué me haces tan feliz?
- Pero, ¿qué dices?
+ Lo que oyes, eso mismo.
- Tampo hago tanto ...
+ Lo justo, lo perfecto. Suficiente.
- Nada es suficiente.

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domingo, 4 de marzo de 2012

Con lo que me provocas, yo me conformo.

+ No te vayas sin decirme nada antes, ¿eh?

- Que no, además, no te hace falta, porque que te quiero, ya lo sabes, y que me vuelvo loco por ti, te lo acabo de decir. Que eres la más guapa que puedo ver, toca alguna que otra mañana, y que me encanta mirarte a los ojos nunca lo he dicho, pero ahora no va siendo mala ocasión.
Estoy encantado de haberte conocido.

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jueves, 1 de marzo de 2012

Más.

Más que un día de playa.
Más que las margaritas.
Más que la Luna y las estrellas reflejadas en el mar.
Más que escuchar Carnaval.
Más que un bolsón de chucherías.
Más que dormir horas y horas.
Más que el queso.
Más que bailar hasta las tantas.
Más que el Sol en la cara.
Más que una buena peli con palomitas.
Más que el día de calma antes de que salte el Levante.
Más que viajar.
Más que caminar lento bajo la lluvia.
Más que pasarme el día en pijama.
Más que el olor a mar.
Más que salir con la bici y que el viento me de en la cara y me despeine.
Más que un buen partido de fútbol con su cervecita  fresquita.
Más que un helado de stracciatella en un cono de chocolate.
Más que nadar.
Más que planear futuros proyectos.
Más que el pescaíto frito.
Más que reír sin saber porqué hasta que duela la barriga.
Más que llorar de felicidad.
Así es. Mucho más.