miércoles, 2 de mayo de 2012

Mágica e infinita oscuridad


Mucha gente le teme a la oscuridad, y lo que no saben, es que la vida no sería lo mismo sin los momentos que nos brinda la ausencia de luz.
Sin la oscuridad, no apreciaríamos los rayos de Sol que se cuelan por la ventana en las mañanas de verano.
Sin la oscuridad, las caricias y los besos a la luz de las velas dejarían de tener ese significado seductor que tanto fascina y atrae.
Sin la oscuridad, se acabaría aquello de ver abrazados los fuegos artificiales, mientras estallan en la infinidad asombrosa del cielo.
Sin la oscuridad, no podríamos maravillarnos cada noche contemplando las estrellas y la Luna.
La oscuridad es mágica, no vemos lo que hay, pero imaginamos aquello que queremos ver.
Es algo... especial.