martes, 14 de agosto de 2012

Eternidad.

Te falta el aire. Ansiedad. Calor. Comienzas a notar cómo todo te da vueltas. Nadie puede ayudarte. ¿Y qué haces? Regodearte en ese pensamiento. Te hace mal, bueno, ¿qué más da?
Para. Basta.
Tienes la oportunidad de aprovechar cada momento, de disfrutar cada palabra, de vivir aún muchos instantes más.
Adelante. Sin rumbo, ¿qué importa? Lo que cuenta es ir, y con quién, aunque esa última incógnita tú ya la tienes más que despejada.
¿Entonces?. Al infinito.



martes, 7 de agosto de 2012

Out.

Bueno, supongo que llegó el momento.
A veces me paro un segundo, y pienso. Pienso en la cantidad de cosas distintas que estará haciendo la gente en este mismo instante.
En algún lugar del mundo, alguien estará llorando. Quizás alguna pareja esté haciendo el amor ahora mismo. Por desgracia, puede ser que apenas unos momentos antes de pensar en esto, alguna persona habrá muerto; quizás más de una, quién sabe. Puede ser que en un recóndito lugar de este nuestro planeta, se esté llevando a cabo una declaración de amor, de esas de película. Y quién sabe cuántos niños estarán naciendo ahora mismo. Tantos días, tantos segundos, tantas personas, tantas posibilidades...
Cada día, en cada lugar del mundo, comienza una cuenta atrás. Contar hacia atrás los días que te acerquen a algo que quieras, que esperas, que ansías.
Bien, pues hoy es ese día, ese lugar del mundo. Esa cuenta atrás. ¿Qué deparará? Sólo el tiempo puede saberlo.

El tiempo se escapa.