domingo, 27 de noviembre de 2011

Maldito miedo.

Miedo.
Cinco letras que nos estremecen, nos hacen llorar, gritar. Nos hacen sentir indefensos, inseguros, débiles. Cinco letras que nos empujan hacia atrás cuando estamos frente a un precipicio en el que sumergirse. Cinco letras, una palabra, un sentimiento que aflora en los momentos de indecisión, de tensión, pánico.
Piensa, ¿cuántas letras, palabras y sentimientos has perdido por esas cinco letras, por esa palabra, por ese sentimiento?
Millones de letras, miles de palabras, cientos de sentimientos. Incontables, pero siempre demasiados.
Miedo.
Ese que me empujó hacia atrás, en dirección opuesta a alguien que daba por mí todo cuanto tenía por el simple hecho de hacerme la más feliz del universo, y más. Ese que me empujó hacia atrás, hacia lo fácil, en dirección a alguien que daba por mí lo justo y necesario por el simple hecho de contentarme, sin más.
Maldito, maldito miedo.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Sol.

"No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante", dice el refrán.
Falso.
Hay males que duran cientos y cientos de años, se eternizan. ¿Por qué? Fácil.
Nos empeñamos en dejar el libro de nuestra vida ahí, abierto, con la página marcada, grabada a fuego.
Está claro que si nosotros no queremos pasar página, nadie lo hará, y mucho menos, se pasará sola, como por arte de magia. No.
Cuando menos piensas, sale el Sol. Ya sabes, "después de la tormenta siempre llega la calma". Pero no basta con saberlo, con que te suene la canción, hay que desearlo de verdad. Hacer de tripas corazón, levantarte y decir "lo mejor siempre espera: ADELANTE".

Así de simple.

Aún no sabes que, como te descuides, se me distrae el corazón.


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