Cuando el miedo se transforma en valor. Cuando las dudas se transforman en decisiones. Cuando las lágrimas son lágrimas de alegría. Cuando no puedes evitar sonreír, aunque quisieras dejar de hacerlo. Cuando no importa decir te quiero.
En ese momento, te alegras de que alguien no se de por vencido. En ese momento, te alegras de arriesgar, de intentar. En ese momento, te alegras, sin más.
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