domingo, 14 de abril de 2013

Me he dado cuenta que nunca ha habido, hay, ni habrá, una mentira tan grande como aquella que decía eso de "corazón que no ve, corazón que no siente".

Quien lo dijo, supongo que no sabrá que el sentir escapa mucho más allá de ver, o no ver. De oír, o no hacerlo. De tocar, o ser tocado, ambas cosas, o ninguna de las dos.

El corazón que no ve es, sin duda, el que más siente. Siente lo que una vez sintió, siente lo que se imagina, y siente lo que espera que llegue a pasar.

Yo te siento, corazón, mucho tiempo después de la última vez que te vi...

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